¿Qué le pasa al Milán?

Parece mentira que un equipo que es campeón de Europa y con una plantilla algo pasada de edad pero envidiable en cuanto a calidad, le cueste tanto conseguir victorias en la serie A. Es verdad que los campeonatos son largos y que en los últimos años el equipo lombardo ha puesto sus fuerzas en la máxima competición europea dejando en un segundo plano el campeonato liguero. Pero aún así, es preocupante ver el desempeño del club en este arranque de la serie A.

Da la sensación que el equipo de Carlo Ancelotti está falto de un delantero que te garantize goles con regularidad. Al menos es lo que parece cuando uno ve la nula producción de sus artilleros en estas 6 primeras jornadas ligueras. Pero lo llamativo es que tanto Inzaghi como Gilardino son jugadores con mucho olfato goleador. El primero está entre los grandes goleadores de la historia de la UCL y el segundo dejó números impresionantes cuando vistió la casaca del Parma y bastante aceptables en sus 2 primeras temporadas con el Milán, al menos en la serie A. Sin embargo ninguno de los 2 a podido mojar en liga, y eso que en muchas ocasiones han jugado juntos. El otro hombre gol del equipo es Ronaldo Nazario, el brasileño podría ser una alternativa vista sus actuaciones la temporada pasada en serie A. Pero su estado físico es una incógnita constante, no se sabe cuando va a estar listo. Y además habría que ver en que condiciones está para rendir. Esto hace que la preocupación en el equipo de Carletto se acreciente. El juvenil Alexandre Pato no jugará en el primer equipo hasta el año que viene, muchos están desesperados por que debute esta temporada, pero tampoco se le puede exigir mucho a un jugador que recién debutará en el fútbol europeo y que cumplirá apenas 18 años.

Otro de los problemas que a simple vista muestra la plantilla del Milán es en ocasiones la displicencia de sus jugadores, sólo Kaká y contadas excepciones se les ve entregarse en todos los partidos. Hoy se vio un partido muy lento por parte de los rossoneros, con poca ambición y exceso de balonazos. Lo peor es que en la mayoría de las veces, los delanteros no llegaron a tener contacto con la pelota, es difícil ver a Inzaghi y Gilardino recibir pelotas en condiciones, ni siquiera tienen oportunidades de tirar a puerta con comodidad y las pocas llegadas del Milán vienen de los previos de Pirlo, Seedorf y Kaká. Hace falta algo más para que el equipo rompa los encuentros, el juego por las bandas es bastante limitado, Cafú ya no está para jugar (con todos los respetos) muchos minutos en este club. No tiene la misma velocidad de otrora y además tampoco tiene regreso. Favalli tampoco es el mismo por lo que cuando Oddo Y Jankulovski no están, el equipo lo siente. En la zona de centrales no parece tener muchos problemas cuando están Nesta y Bonnera (aunque éste es más seguro como lateral) pero aun así el equipo ha recibido goles en todos los partidos que ha jugado salvo contra el Genoa. Lo que muestra una falta de concentración en momentos puntuales. De igual manera no es el punto débil del Milán y sí lo es la falta de gol arriba.

En Europa, otra cosa

Este miércoles los dirigidos por Ancelotti regresan a su competición favorita. La misma en la que Pippo se convierte en Superpippo, la misma en la que desde el 2003 no han dejado de estar entre los 4 mejores clubes del continente, la Champions. Su rival será el Celtic de Glasgow y la cita en Celtic Park. Ya la temporada pasada se vieron las caras ambas escuadras en los octavos de final de Champions. El Milán consiguió el pase a la siguiente ronda al derrotarlos con un marcador global de 1-0. En tierras británicas, los rossoneros consiguieron un empate sin goles. El Celtic tiene hambre de revancha, además de que necesita los 3 puntos sino quiere comprometer seriamente sus opciones de jugar los octavos por segundo año consecutivo, mientras que el Milán busca continuar su racha frenética en esta competición y de una vez ir encarrilando su clasificación para la siguiente ronda. La pregunta es ¿Qué Milán vamos a ver? El Milán contundente de Europa o el Milán frío, apático y con poco gol del calcio.