miércoles, 6 de junio de 2007

Salieron vivos, Grêmio a la final


Una vez más el Santos remontó un resultado adverso en la libertadores. Pero en esta ocasión no les bastó para avanzar a la final. El golazo de Diego fue letal para el peixe y vital para el Grêmio que logra meterse en una final de Copa Libertadores 12 años después. El equipo de Luxemburgo arrancó con todo a sabiendas de que necesitaba marcar mínimo 2 goles y tratar de dejar la puerta en 0 si era posible. No fue así pese a que al principio se pudo ver a un Renatinho buscar el gol por re o por fa, pero el meta Saja estuvo muy atento y le negó el gol en 2 ocasiones. Luego vino el gol de Grêmio y se puede decir q acabó con el sueño del local. Un gran control de Diego y un impecable remate de derecha pusieron el 0-1 para los visitantes. Sin embargo el Santos se negaba a no soñar, ya habían remontado eliminatorias ante Caracas y América, y ¿Por qué no hacerlo ante Grêmio también? Así lo entendió Renatinho y antes del descanso consiguió premio de lo que estaba buscando durante todo el partido, el gol. En la segunda mitad más de lo mismo, Santos embotellaba a los Gaúchos pero no tenía claridad en su juego. De igual manera Renatinho se encontró con el gol en una jugada bastante fortuita y Ze Roberto aprovechó un rechaze para el 3-1 en el minuto 76. En ese momento quedaba un mundo todavía y la torcida Jovem creía en la remontada, pero nada más lejos de la realidad. Grêmio le dio entrada a Edmilson por Tcheco y metió el partido en el congelador. Incluso Lucas pudo marcar el 3-2 pero su egoísmo no le permitió darle un pase franco a Ramón y su tiro fue detenido por Fabio Costa.

De esta manera los de Manu Menesses buscarán lo propio que hizo su archirival la temporada pasada, que la copa se quede en Porto Alegre. El Grêmio ha sido un equipo que ha venido de menos a más en este trofeo y teniendo una gran temporada jugando como local. 6 victorias y 1 empate sin recibir todavía un gol. Pase lo que pase en la otra semifinal, el tricolor jugará el partido de vuelta en el Olímpico de Porto Alegre.

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