Desde el año 2000, hay una constante en el equipo xeneize. Verlos ganar títulos continentales y ver cómo muchos de sus jugadores, triunfan, se van y regresan para triunfar. Pareciera que estuvieran destinados a ganar cada vez que se visten de azul y amarillo. Como si el jugar en Boca los hiciera campeones por decreto. Futbolistas como Riquelme, Palermo, Ibarra y Battaglia. Se reencuentran para triunfar en el equipo de sus amores. Y tras un año de ausencia en la libertadores, Boca Juniors gana su sexta copa, su cuarta en los últimos 7 años, y su tercera en territorio brasileño.
Como era de esperar, el partido arrancó con un Grêmio intentando arrollar a los visitantes, pero el equipo de Russo se paró muy bien en el terreno de juego con un Cata Díaz y un Morel seguros en la saga, con un Banega duro en la contención, con un Caranta seguro y con una ofensiva muy trabajosa. Sin embargo el tricolor, no tenía claridad, constantemente chocaba una y otra vez con el muro de boca. Solamente un latigazo de Diego Souza hizo temblar a el travezaño de Caranta. La falta de claridad propiciaba la desesperación del equipo gaúcho y la tranquilidad en los argentinos. Así se fueron al descanso con un 0-0 preocupante para los de Menesses.
En la segunda mitad, más de lo mismo. Grêmio intentaba pero no podía. Los minutos pasaban y la ventaja era la misma. Un cabezazo al palo del recién entrado Schiavi pudo acercar a los brasileños, pero Caranta respondió y salvó los muebles. A partir de allí Riquelme decidió tomar las riendas del partido. Se sacó un derechazo a la escuadra desde la frontal para convertirse en el primer y único hombre que le marcó a Saja en esta libertadores en Porto Alegre. Y otra vez Riquelme pondría el 0-2 definitivo para el deleite de la doce. Lo demás fue puro trámite, boca pudo marcar el tercero luego que Schiavi le hiciera una falta dentro del área a Palermo. Pero éste falló (y van..) el penal, por lo que el partido terminó con un 0-5 en el global. Quizás mucho castigo para el Grêmio, pero esto es Boca Juniors y la camiseta pesa una barbaridad.
Hablar de esta copa es hablar de Riquelme como estrella de la misma. El jugador del Villarreal vino con la intención de darle títulos a los xeneizes. De más está decir que no falló. Román fue pieza importante en cada una de las eliminatorias a 2 partidos que jugaron "los bosteros". Marcó 8 goles en el torneo y participó en las 8 últimas anotaciones de su equipo. Pocos jugadores en el mundo se pueden dar el lujo de generar tantas ocasiones como las tiene el argentino. No sólo es un maestro a balón parado, sino que también sabe manejar los tiempos, abrir los espacios y meter goles. Ahora, es posible que vuelva a la selección albiceleste, sería un gran atractivo tenerlo en la copa que se juega en Venezuela.
2 comentarios:
Creo que Santos era mejor equipo. Tenia mas variantes ofensivas y mas fuerza de ataque. Lamentablemente regalo un gol en el partido de ida contra Gremio, me refiero al segundo gol y eso le costo muy caro. En cuanto a Riquelme es un jugador que no asegura nada. Cuando Argentina tenga que jugar un nuevo alargue en alguna final o mundial se queda sin combustible de nuevo.
Entiendo que los argentinos tengan dudas con Román, pese a que fue el mayor pasador de la pasada copa del mundo. Le faltó un plus en ese partido contra Alemania para catapultarlos a la gloria. Además supongo que la sed de los argentinos de ganar un título a nivel de mayores. Puede que los impaciente más. Pero Riquelme tiene las herramientas como para darle algo a su selección. Dentro de unos días va a tener esa nueva oportunidad. De él depende si la aprovecha o no.
Con respecto a Santos sí, fue de lo mejor de la copa, en todas sus eliminatorias demostró una capacidad de reacción envidiable. Sin embargo me parece exagerado decir que no llegó a la final por el regalo de Alessandro a Carlos Eduardo. Ya que en el partido de Vela Belmiro, Grêmio desperdició varias chances de marcar más goles.
Hubiese sido interesante ver otro duelo entre Boca y Santos.
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