Casi un héroe

No pensé nunca en dedicarle una entrada a un guardameta que juega en un equipo de la tercera alemana. Y menos si su equipo no consiguió el sueño de eliminar al club más grande del fútbol alemán. Pero es que pocas veces he visto una actuación tan completa de un portero. Manuel Riemman tuvo una noche sencillamente espectacular en el Wacker-Arena ante unos 11.582 aficionados. El arquero del Burghausen lo paró casi todo durante los 120 minutos de partido, los jugadores del Bayern no paraban de tropezarse una y otra vez contra la misma piedra. El joven de 18 años también estuvo impecable en las salidas, no tenía miedo de despejar cuando tenía que hacerlo, ni de colgarse del balón cuando encontraba la oportunidad. Fueron 120 minutos de deleite en lo que respecta a la actuación de un portero. De esta manera se llegó a un empate a 1 que ya sabía a victoria para los hinchas del Wacker Burghausen.

Pero lo mejor de Riemman estaba por llegar. En una tanda de penales en la que comenzaron poniéndose por debajo, volvió a aparecer la mencionada figura de Riemman al taparle un tiro a Sosa, pero Martins no aprovecha el momento para igualar los fallos y nuevamente pone en desventaja a su equipo. Altintop envía su tiro al travesaño. Schmidt consigue la igualada, Lahm vuelve a poner en ventaja al Bayern metiéndole presión al Wacker. Pero la "figura" de la noche convierte su pena máxima para volver a poner tablas en el marcador. El propio Riemman roza la gloria al detener un penal a Demichelis, dejando a merced de Palionis la clasificación de su equipo y la pronta eliminación del Bayern. Pero apareció otra figura más conocida a nivel mundial. Oliver Kahn detuvo el penal forzando la muerte súbita. Y cómo suele ocurrir, el que perdona muere. Oliver Kahn detuvo también el penal decisivo y el Bayern pasa a segunda ronda. En un día en el que salió un nombre a la palestra pese a no conseguir su objetivo. Manuel Riemman.